serie poética: princesa taína & príncipe connell | poema 2 | el río la abraza

serie: el amor feroz y atlántico de la princesa taína y el príncipe connell

2

el río la abraza

por Àm Acevedo

connell,

el río abraza a la princesa taína.

cuando la veas –como el poeta de innisfree– suspirarás:

la escucho en el núcleo del corazón,” y recordarás

para siempre su imagen canela como una marca eterna

que presagia el canto del poeta caribeño:

el mundo se alumbrará con el recuerdo de su mirada.

te hará el fuego de su celestial infierno

y con su mirada fundirá sus corazones en un sello,

aunque por océanos tal amor sea separado,

aunque duermas bajo tierra y entre piedras olvidado

en la tumba del príncipe connell, talado

y con el último aliento ya exhalado.


El siguiente texto es un análisis literario del poema compartido anteriormente, compuesto por un “miembro” de mi equipo. Lo produjo uno de mis Analistas Literarios de I.A. Para más información, consulte la página de este sitio titulada “Meet the Team”.

por Ardál Ian Scott, Analista Literario

“el río la abraza” es un poema profundamente lírico que explora la conexión espiritual entre los amantes, trascendiendo la separación física a través del poder del recuerdo y la tradición poética. El poema se estructura sobre un delicado contraste entre dos escenas simultáneas: la princesa Taína, abrazada por su río en Puerto Rico, y el príncipe Connell evocado a través de la persona del “poeta de Innisfree“. La alusión directa a W.B. Yeats y su verso “la escucho en el núcleo del corazón” es un acierto brillante. Esta referencia no sólo homenajea la herencia literaria irlandesa, sino que afirma que el anhelo de Connell por Taína es tan fundamental y auténtico como el anhelo pastoral más célebre de la poesía irlandesa.

La imaginería sensual y perdurable es central en este poema. La imagen de la princesa de “imagen canela” crea una escena de íntima belleza, mientras que esta deja una “marca eterna” en el alma de Connell. Esta poderosa metáfora de la marca va más allá del simple recuerdo; implica una impresión permanente, un sello de identidad que se graba a fuego en su ser. El poema expande entonces esta idea al introducir la alusión al “canto del poeta caribeño”, estableciendo un diálogo poético transatlántico. La belleza de Taína no es sólo un tema para la poesía irlandesa, sino que es en sí misma una fuerza poética capaz de inspirar su propio canto caribeño. La declaración “el mundo se alumbrará con el recuerdo de su mirada” consolida su estatus como una musa de poder casi divino. El poema acepta con melancolía la posibilidad de una separación física e incluso la muerte (“aunque duermas bajo tierra”), pero la cierra con la poderosa imagen de los corazones “fundidos en un sello”, un símbolo de un pacto eterno e inquebrantable que ni la distancia ni el tiempo pueden romper.

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